jueves, 6 de noviembre de 2008
caminar
Jirón Durazno, ese era el nombre, a mi me supo a mugre y a basura, un aroma de cigarrillo y mujer de poca esrima, no lo sé, a eso me supo, a sudor de borrachos y a canciones llorosas.
Bajé en la esquina, caminé sin mirar y sin que me mirasen y volteé los ojos como espiando y vi el letrero: jirón Durazno.
En seguida comprendí que todas las cales tiene nombres similares, como si estuviese dentro de un jardín inmenso: jirón Limón, jirón de la Uva, jirón Manzana, etc., etc.
Un jardín donde porfin podría perderme, allí decidí andar, siempre.
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2 comentarios:
Una barrio jardín, eso no me sabe a mugre...
Es un escrito muy sugerente.
¡Eso sí! Hace que uno empiece a sumergirse y, de repente, termina.
¿No te resultaría interesante desarrollarlo un poco?
Saludos,
Pablo
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