domingo, 18 de abril de 2010

orilla

qué nos aparta del mundo de nuestras vidas

decepciones y amores delirantes,

qué nos espera en el oceáno interminable

oscuro paraíso de sangre

y arriba en los cielos

la eternidad de saberse ángel

y en el bosque, el lunimoso árbol de la sabiduría

y en otros lados

bajo la cama, encerrado en el tiempo

los ojos vendados

las manos cercenadas, los pies de plomo

el sexo seco como el desierto

y la melodía del invierno

ardiente,

agua ardiente

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