miércoles, 15 de octubre de 2008

la ley de la atracción

Se trata de un postulado muy simple, y se expresa más o menos así: uno atrae lo que desea. No es la primera vez que escucho este postulado.

A ver, qué desean las personas además de dinero y conseguir el amor de su vida; bueno, si, estoy siendo cruel, parcializado y escéptico pues resulta que mi alter ego es así, cruelísimo, y al parecer ha logrado mucho de lo que se ha propuesto: soledad absoluta, silencio demoledor, además de lejanía y ausencia de si mismo. No lo culpemos por eso, George siempre busca algo que no sabe que es pero que lo sabrá una vez que lo vea, solo le preocupa estar demasiado viejo.

Pero eso es mentira, porque George es inmortal y no le preocupa la edad, ni los años, ni los días, ni las horas, ni los segundos que se deslizan por su piel de lagarto.

Porque eso es lo que es, una lagarto, largo y verde-plomizo que solo abre la boca para sacudir su lengua, o agitar su enorme cola sin preocuparle lastimar a quienes se encuentren cerca de él.

Y en realidad George mira de reojo y se ríe, un poco festejando la travesura, un poco inflando el pecho de alegría y algo de compasión. O lo peor, la divergencia mental, esa en la que no sabe si ya transcurrieron dos minutos o treinta cuatro horas y al final se pasa el día o la noche pensando en como debería ser para atraer eso que dice desear.

En fin.









2 comentarios:

*Tany* dijo...

Hola!
Estaba navegando por ahí
y me encontré tu blog,
está muy bueno!
en lo personal me ha gustado bastante y me siento identificada con muchas de las cosas que escribes.

Un saludo! =)

Sol dijo...

Buenísimo!!! Uno de los mejores que te he leído en un tiempo. Me encantó.

Un abrazo.