domingo, 13 de septiembre de 2009

del otro lado

y si no estamos muertos todavía

entonces dejemos correr nuestra sangre por los bordes del altar y rezemos a los gritos

y si no estamos muertos entonces caeremos por los abismos comunes y volaremos sobre las rocas y sobre los árboles.

quisiera no volver a dormir para no perderme en la penumbra de los sueños
pero yo no sueño sin saber lo que respiro
sin beber del rocío de los nenúfares que como lanzas se alzan a mi alrededor

no desearía nunca más
no pediría un reino de estiercol sino un castillo de deshechos
pediría tu mano y te amaría en silencio
como la sombra que todavía soy

si no estamos muertos, entonces,
qué desértico laberinto es este
qué viajes hacemos hacia la instrospección

cierra las ventanas y dime que aún no estoy muerto
y que todavía respiro de tu aliento
que todavía puedo correr y utilizar las manos
que aun puedo recitar versos oscuros y que
aun soy capaz de organizar mis pensamientos
al rededor de una hoguera

2 comentarios:

fgiucich dijo...

Un poema que no está muerto, sin duda. Abrazos.

Gittana dijo...

Tal vez solo es un estado de sentirse completamente enamorado...