al llegar a casa estoy demasiado cargado de mostruos, pero no puedo escribir.
un cansancio me vence y sobre el piso de piedra me quedo dormido (siempre me han gustado los pisos de piedra)
a la mañana estoy muy despejado como para pensar en algún asunto interesante.
.
.
.
.
.
.
.
.
quizá hoy sea un día para los zombis, o para las películas románticas.
en realidad tengo planeado almorzar con J y hablarle tonterías.
.......
..........
................
.....................
(en mil novecientos noventa y ocho había llevado a cabo mi primera, y única obra de teatro)
(tres años después la vi en escena, yo era parte del público y no recordaba ninguna de las escenas)
Tengo Hambre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario