miércoles, 25 de enero de 2012

Breve

Ha sido breve. Una pequeñísima historia de amor.

Primero caminamos hasta el restaurante, luego pedimos la cena.
- Deme dos cafés, una empanada y una torta de chocolate.
- Sí señor.
Dos horas más tarde, el amor nos contenía como si fuésemos dos bestias salvajes, aullando, mordiendo, rasguñando, destrozándonos los corazones.

No hay comentarios: