miércoles, 8 de febrero de 2012
Hoy
He muerto de
una piedra lanzada por quién sabe.
Pero quien
sabe lo sabe, por eso lo hizo. Sus razones no importan.
Ahí estoy,
tendido boca abajo, no puedo ver quienes están mirándome. Al parecer alguno se ríe,
pero ninguno se lamenta.
En aquel
momento me parece el final perfecto, pero, ojalá alguien me llorase o alguien diga
una palabra agradable.
La palabra
que me gustaría escuchar en este momento es: levántate y vayamos a tomarnos un
café.
Solo escucho
murmullos, silabas inteligibles o palabras inconexas.
De pronto me
ha entrado un sueño tremendo, estoy bostezando, lo sé porque tengo la boca
abierta.
Y me quedo
dormido.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
me gusto mucho
saludos
buen trabajo!
Oh, vaya! increíble lo que se nos ocurre a veces.
Publicar un comentario