miércoles, 8 de agosto de 2012

Viaje

Princesa viste un vestido celeste, pero hoy, poco le importa cómo va vestida.



La calle se abre ante ella como si no tuviese final. Tal vez piensa que debería dar media vuelta y regresar a su casa, meterse nuevamente a la cama y olvidar que está a punto de comenzar. Pero no lo hará, muy en el fondo de ella misma sabe que debe continuar.



"Avenida de los Álamos", de denomina aquel lugar. Da un paso. Un perro aullando. Un hombre enciende un cigarro, la luz roja le ilumina la cara "a dónde vas...", le pregunta sin mirarla. Princesa no responde, se queda mirándolo "esta camino no pertenece a nadie..." dice por fin, "no pregunté eso, sino que quiero saber a dónde vas. Quizá quiera ir al mismo lugar". Princesa piensa otra respuesta "no tengo por qué darte explicaciones". El hombre sonríe, "como quieras, entonces sigue adelante...".



Princesa avanza sin quitarle los ojos de encima, el hombre también la sigue con la mirada. Es un duelo de ojos, ninguno de los dos quiere perderlo. Así es que Princesa llega a lo que cree es la mitad de la avenida. Por fin siente la certeza de que ha comenzado un hermoso viaje.


2 comentarios:

Laura Martillo dijo...

uhmmm...Que sigue?

Aura Millie dijo...

precioso... simplemente palabras que salen desde lo más profundo del ser... saludos!