domingo, 9 de noviembre de 2008

Ejercicio

¿Quién habrá inventado este ridículo juego?, ¿acaso no es suficiente escabullirse en las cloacas?

De repente, comenzó a tener ideas exitantes sobre el fin de una travesía, sin embargo prefirió sentarse y pensar un poco. A los pocos minutos se quedó dormido y tuvo varios sueños inconexos. 

En uno de ellos veía caer la lluvia, estaba sentado al borde de una vereda pero algo le cubría pues no recordaba haberse mojado, sino que permanecía inmóvil contemplando el caer del agua. En otro sueño un gato se metía a su habitación y le lamía una pequeña herida que tenía cerca del cuello, pensó que le habían intentado matar, pero Clauda, su esposa, le despertó porque roncaba.

Luego de dormirse por sexta vez, comenzó su tercer sueño, un hombre alado le susurraba secretos al oido, al volverse, una mujer, también alada, lo cogió de las manos y le entregó algo que él sintió frío y pesado, nunca supo lo que era pues al instante estaba bebiendo una cerveza con una amigo del colegio, aquel le hablaba sobre su primer niño y que pronto cumpliría los dieciseis años. ¿Dieciseis?, se preguntó, cómo pasa el tiempo.

Tuvo que dejar sus divagaciones para otro momento; ya había amanecido.


2 comentarios:

ysraelg7 dijo...

Uuhhmmm y este post en el blog? aahhh uuhhmmm... para mi que de seguro eres tu ese personaje tan fumado jejejeje...

Bueno, ya basta de meterse cosas en el cerebro carambas jajajaja!!!!

Un abrazo.

P.D. Aveces me pasa cosas asi jeje...

dull dijo...

Asi son los sueños, variados y con vueltas de tuerca. Cuando son sumamente reales es cuando mas me asustan.