sábado, 22 de noviembre de 2008

Ok

Ok, es justo que me ataquen, me pasé de la raya y ahora debería regresar, eso dicen, dar los pasos correspondientes hacia atrás. Pero no. Me es imposible.

Yo no sé cuando me convertí en un monstruo, digo, es cierto, no lo sé. Mis primeras imágenes son de cuando era niño. Muy de noche, despierto quien sabe por qué y descubro a mi madre arrastrando lo que sería mi regalo de navidad: un camión volquete. Mi hermana se subía en él yo la jalaba, paseándola por las calles hasta que el camión se destrozó y yo lo olvidé.

Olvidé demasiado. En mi memoria no hay nada conciso, solo un largo sueño.

Así que es totalmente justo el vapuleo, lo acepto, lo merezco por haber olvidado. Luego, esta parte me aterra, me produce la pesadilla cotidiana que desde hace semanas no me deja dormir en paz, la pesadilla que regresa a mí una y otra vez, miles de veces, desbordándose dentro de mí cuerpo y de mis venas, arrastrándome como a un muñeco. Pienso: Uno es lo que es, negarlo es nadar contra la corriente.

Pienso, fui yo quien dio el paso y cruzó la línea, crucé adrede, levanté el pie y avancé hacia mi propia imagen, como en las películas de terror en la que el protagonista introduce la mano en el espejo y lo atraviesa, entonces la imagen hace lo mismo; son la misma persona pero en diferentes espacios físicos. Así soy yo, una copia de mi mismo.

Una copia elaborada con retazos de recuerdos, una copia confeccionada con recortes de imágenes ilusorias, una persona cocida con el hilo del desastroso futuro.

Yo también me hago preguntas: ¿cuándo fue que comencé a odiar todo lo que me rodea?, ¿cuándo comenzó este desanimo generalizado?, es como un enfermedad incurable que un día comienza como una pequeña herida y que pronto se va haciendo inmensa hasta colmar todos los rincones de mi cuerpo y de mi alma. Yo no lo sé. ¿Cuándo dejé de sonreír?, ¿cuándo comenzaron a desmoronarse mis dedos?, ¿cuándo la música significó todo y nada? No tengo las respuestas.

Sé tan pocas cosas.

El sol entra por mi ventana, ya no siento más el frío, sino el sofocar de la tarde, el atardecer lento y cansino como una ola de aire caliente que me aprieta los huesos contra el piso. Me desmorono, me hago un charco y me desparramo por la suelo, abarco el piso, me extiendo por las escaleras, me alargo y me contraigo, me arrastro hasta la calle y me evaporo con el calor.

Y, ¿hasta cuándo seguirá este despertar?, este dormir sobre las rocas del río, este morir al golpe de la puerta, este volar y este navegar en este lecho marino y sobre este manto sagrado; estos agujeros en mi rostro, esta cabeza de pez, este cuerpo de serpiente o de alga. Estos huesos rotos son lo único que me queda para desandar los caminos, ¿desandar los caminos?, estas venas vacías son todo lo que tengo para inventarme el mundo que amo, para inventarme un único amor de piedra, un ídolo intocable, una diosa de centellas y estrellas fugases; estos ojos son lo poco que me queda para conocer el mundo, ¿qué queda de mi sino es el silencio y el desastre?, solo me quedan mis pies amoratados y mis manos enrojecidas por el frío.

Divago.

Constantemente me despiertan los ruidos de las aves, el ladrido de los perros, los enormes ojos de Clara, la gata siamés, que me devora el corazón cada mañana, qué me devora el corazón cada tarde y me atrapa con su lengua. Quiero ser un gato.

¿Y tú?, ¿qué sabes de mi, de mi sangre, de mis besos, de mi sexo y de mis palabras?, ¿acaso bebes de mi ser?, ¿acaso sabes cómo volverme a la vida? Soy una imagen de mi pasado, una proyección de mis recuerdos, un presente borroso, no soy lo que buscas de mí.

No busco a nadie. No merezco a nadie.

6 comentarios:

Sol dijo...

Me gustó!

Anónimo dijo...

Excelente escrito!!! más de una ocasión me sentí identificada.
Saludos
LuzdeLuna

La ingeniero dijo...

SALUDOS!!MUY BUENO. PERO UN MONSTRUOBIEN

Gittana dijo...

Hola!!!!! voy a agregarte a mis links, para no perderte nunca maaaas!!!!!!

mientras, me voy a leer todo lo que me he perdido... espero que no sea mucho, porque nada más tengo 40 minutos de break!!!

Dennisa Enmarañada dijo...

Camino a ser aún más montruosa de lo que soy, me di cuenta de que no buscaba a nadie, sin embargo encontré a muchos...

Buen post

saludos :)

Amanecer dijo...

tristemente bello.