En la penumbra de la noche, despierto agitado por un extraño sueño.
Ninguna pesadilla me ha acompañado en la madrugada, ningún ser viviente me rodea.
Silencio. Autos lejanos, perros ladrando, un cadáver reciente.
Canto para no sentir miedo, para ocultarlo con el sonido de mi voz, susurro letras ya olvidadas por los mortales. Las sombras sobre las paredes danzan animadas por el viento y por la melodía de mis canciones.
Silencio, silencio. ¡Silencio!
Arrastro los pies por el piso de tierra, siento el aire frío entrando por las grietas de las paredes. El rugir de los motores y las luces destellan mágicas en toda la casa, se materializan y luego se desvanecen. Entonces la oscuridad es preciosa.
Sorbo el agua que fluye de la cañería.
Regreso a dormir.
2 comentarios:
vaya... si que es un vecindario despierto de noche donde tu vive!!!
Triste... cuanta soledad...
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