lunes, 20 de octubre de 2008

Michi

Quizá solo necesito escribir la historia de alguien especial, quizá la historia del señor que me trae los diarios en las mañanas o la historia de la señora que con tanta amabilidad me vende los panes para el lonche. Quizá la historia de mi gato.

Micha le habíamos llamado, igual a la docena de gatos que habíamos tenido antes, pero no importaba su nombre, sino su personalidad.

Era un gato amarillo,  peleandero, ágil y astuto. Me gustaba provocarle y luego verlo correr saltando por los muebles de la sala arañanado todo lo que se cruzaba en su camino hasta que por fin se subía a la mesa de arremetía contra las costuras que mi madre intentaba componer. Allí terminaba el juego.

Madre le zampaba un manazo el el pobre Michi salía disparado hacia el techo de la casa.


 

4 comentarios:

La ingeniero dijo...

hayyy pobresito de michi
solo queria jugar
ejje saludos

Dra. Kleine dijo...

Michi, como todos los demás gatos, me dan la envidia que que quiera ser como ellos... individualistas, lindos, de esos que ves a lo lejos y te gan ganas de tenerlo entre tus brazos aunque sepas que huya de pronto sin que le reproches nada.
Un minino es así, así era Michi?

Sol dijo...

Michi? Michi? Y criticas el nombre de mi gatito? ppfff..! ;)

Coro dijo...

La Micha es la madre de mis gatitos, ya caminan por toda la terraza y juegan que es una gozada...

Me gusta como escribes...

Saludos